A fines del año 2019 conocí la biodanza y luego de varias vivencias, el estallido social, la pandemia, muertes demasiado cercanas, hartos abrazos, renacimientos, entre mucho más, empecé a tener la loca idea de que bailáramos acá cerquita del cielo,  sin baranda, sin más techo que el límpido cielo, entonces los astros se alinearon y el día 

15 de Mayo del 2022 

Carla Inostroza facilitadora, Salvador Arenas, su pareja, también facilitador, quién hizo la vivencia ese día, más una grandiosa manada; un grupo hermoso de bellas personas que con su luz materializaron este sueño, biodanzamos con el corazón, con el cielo como compañía y desde ahí no hemos parado, 

GRACIAS INFINITAS!!!